lunes, 7 de enero de 2013

Ya se van los reyes

Voy a empezar reconociendo que tras este parón -por falta de ideas- tengo las letras un poco entumecidas y que tal vez  el post me quede tan pesado como las cenas de Navidad, pero bueno, a lo que íbamos, al turrón, sí sí, al turrón, porque todos sabemos que el turrón se come siempre fuera de temporada; que todo el turrón que no nos hemos comido durante las fiestas lo alternaremos con los propósitos de año nuevo de hacer ejercicio y dieta. 

Como todos seguiremos comiendo turrón hasta dentro de varios días, yo me he permitido la licencia de hablar de los Reyes Magos, a pesar de que las fiestas ya han acabado y de que en la mayoría de casas se han guardado ya las luces y los adornos. 

Y hablar de Reyes no es otra cosa que hablar de consumo y de publicidad, de publicidad de todos los tipos, de la buena y de la mala. 

Entre el segundo caso estaría una marquesina que me encontré hace unos días al lado de casa. Pasen y vean. 




Quizá sea una opinión personal, pero creo que la gráfica es demasiado explícita, que no hace cómplice al espectador porque se lo da todo mascado, que cualquiera que le hubiera dedicado unas horas a pensar sobre ése concepto, fuera publicista o no, habría llegado a un resultado muy parecido. 

Sin embargo, y aunque los conceptos ya estén manidos -que lo de usar a los reyes magos en publicidad no es del siglo XXI- aún se pueden ver resultados brillantes, gráficas que consideran al consumidor como alguien mucho más inteligente, y que basan su brillantez en la máxima de que "menos es más". Así nos encontramos con piezas como esta. Sólo tiene validez durante unos días, pero está claro que en la memoria de los que la hemos visto durará mucho más tiempo. Bravo!!


Feliz 2013.

@pmunozvalencia

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