Un poco antes de la pasada Navidad tuve la suerte de colaborar con un foro de estudio sobre la publicidad de igualdad y violencia de género, así que la última campaña del Ministerio de Igualdad me ha tocado un poco más de cerca.
Que la campaña me haya tocado más de cerca no implica que me haya llegado, todo lo contrario, La campaña del ministerio de Igualdad, paradojas de la vida, te deja totalmente igual. Como si nada.
Primero creo que la idea creativa está manida, demasiado trillada y que no ha escarbado nada, se han quedado muy en lo básico. Creo que no sólo es que el concepto esté poco trabajado, es que además no tiene la suficiente fuerza como para enfrentarse a un problema de tal envergadura. Otro debate sería, y me gustaría que se plantease, si de verdad pensamos que una campaña con spots de 45" sirve para cambiar actitudes, o la campaña no tiene más que una función propagandística y la hacemos para justificar el presupuesto.
En cualquier caso, a quién se dirige la campaña? a la gente que aún ve con buenos ojos el maltrato? a hombres, a mujeres? a todos? a ninguno? Qué es lo que pretenden conseguir? Tiene que haber algo que se me escape, porque no me puedo creer que a estas alturas de la película lo que se les ocurre, tanto al ministerio como a la agencia es pedirnos a los españoles que no aceptemos a los maltratadores, como si la problemática fuera la misma que pedirle a los jóvenes que no acepten socialmente los porros.
Saquemos la tarjeta roja al maltratador, que se reconocen fácilmente por la calle, y si no, siempre nos quedará decir aquello de... !Penalti y expulsión de quién Rafa, no me jodas, me cago en mi madre!!!